viernes, 1 de abril de 2011

miércoles, 16 de marzo de 2011

CUENCA

 Toda la actual provincia de Cuenca, además de otros territorios fronterizos que antaño le pertenecieron, experimentó una rápida romanización. De su pertenencia al imperio han quedado abundantes huellas, especialmente en Segóbriga, una de las urbes romanas más importantes, junto a Ercávica y Valeria. 
     De Cuenca se sabe que allá por el 711 fue dominada por los musulmanes, a raíz de la conquista de Toledo por Tarik ben Zeyak. 
     Hacia el 1011, Ismail beni Dilnún, señor de Uclés, toma Cuenca y la convierte en capital del distrito, que pasa a llamarse desde entonces cora de Kunka. Además de sus defensas naturales, la ciudad es amurallada y fortificada; crece en ella la población y florece la industria textil -especialmente alfombras, que alcanzaron gran prestigio aún después de la conquista- y un importante taller de marfiles, impulsado por artistas cordobeses refugiados allí tras la caída del califato. 
     Casi un siglo duró la conquista de la tierra conquense por los reyes cristianos, hasta que Alfonso VIII le da un nuevo impulso a la conquista, y en 1177 toma la soberbia fortaleza árabe, erguida y majestuosa sobre las vegas de sus dos ríos. 
     Durante los siglos XII y XIII, la ciudad de Cuenca, en la que también se asienta la Orden de Santiago, vive momentos de esplendor gracias a la fertilidad de las vegas, su riqueza ganadera y la floreciente industria textil. 
     Aún durante el siglo XV, superadas ya las grandes calamidades que la peste trajo en la centuria anterior, Cuenca mantuvo su buena situación política y económica. Sin embargo, a partir del XVI se inicia un declive que corre paralelo con el de otras grandes ciudades castellanas, que vieron frenado su crecimiento en beneficio de la periferia y de las veleidades imperiales de la monarquía. 
     Como en otras provincias del interior, los enfrentamientos bélicos de los siglos XVIII y XIX -guerras de Sucesión y de la Independencia, revoluciones liberales, etc.- contribuyen al declive de la ciudad, que sólo empezará a ver la luz ya en este siglo cuando, tras el paréntesis trágico de la guerra civil y la dura postguerra, se inicie un proceso de industrialización y revitalización del comercio.






VALENCIA


Valencia, la antigua capital del Reino de Valencia y ahora ciudad principal de su provincia, es la tercera ciudad más grande de España, se encuentra cerca de la costa del Mediterráneo en la orilla derecha del río Turia (conocido por los árabes como el Guadalaviar, el “Río Blanco”), en la fértil Huerta de Valencia. Descrito en la antiguedad como “un pedazo de cielo caído a la tierra”, Valencia es una típica ciudad sureña con bulliciosas calles y brillantes azulejos en la cúpula de sus iglesias. El clima es suave y predominantemente seco.
Originalmente un asentamiento griego, Valencia más tarde cayó en manos de los cartagineses, y en el segundo siglo AC se convirtió en la colonia romana de Valentia, que pasó a la prosperidad en el reinado de Augusto. En el 413 pasó a los visigodos y en 714 a los moros, que la llamaron Medina bu-Tarab (ciudad de la alegría).
Después de la caída del Califato de Córdoba, Valencia y la región costera adyacente se convirtió en un reino independiente, que fue conquistada por los almorávides en 1092. Dos años más tarde fue recuperada por el Mio Cid, pero en 1102 cayó nuevamente en manos de los moriscos. En el predominio de Mohammed ibn Said, se convirtió en la capital de un reino morisco, hasta su reconquista por Jaime I de Aragón en 1228.
Durante la guerra de sucesión española al comienzo del siglo 18, Valencia apoyó a Habsburgo. En 1808 la ciudad se levanta contra los franceses. Durante la Guerra Civil, en 1936-37, fue la sede del gobierno republicano, y el último bastión republicano a caer frente a Franco el 30 de marzo de 1939, dos días después de Madrid.

SALAMANCA

Salamanca es la ciudad universitaria por excelencia, conocida en todo el mundo por ello y por su riqueza artística: catedrales, palacios, iglesias... de tendencias artísticas como el románico, gótico, plateresco y barroco. 

Situada a orillas del río Tormes, su extensión geográfica es de 12.336 Km², y cuenta en la actualidad con 159.000 habitantes. 

Salamanca, a pesar de su clima extremo (invierno frío y seco y verano cálido), reúne múltiples atractivos para hacer muy agradable la estancia de quienes la visitan, una ciudad donde las actividades relacionadas con el turismo y el ocio son las protagonistas. Salamanca fue, a lo largo del 2002, Ciudad Europea de la Cultura. Música, danza, exposiciones, representaciones callejeras... la programación de Salamanca 2002 abarcó desde las últimas tendencias culturales al más puro entretenimiento.